Este verano, sumérgete en Boston

Boston, capital de Massachusetts, es una de las ciudades más antiguas de los Estados Unidos, quizás por esa razón destile historia en cada avenida, parque o callejuela de su pequeño pero interesantísimo entramado urbano, además de oportunidades laborales, porque Boston es, también, un gran centro económico, cultural, universitario y científico.

Boston es una opción perfecta para viajar este verano, sobre todo si además de disfrutar de unas merecidas vacaciones quieres poner al día tu nivel de inglés, así que, para que no te dejes nada en el tintero si visitas esta magnífica ciudad, te damos algunas pistas de lo que no deberías perderte.

Una ruta: En Boston nació John F. Kennedy, de hecho, puede visitarse la casa donde lo hizo, el 83 de Beals Street (Brookline), así como otros lugares que el trigésimo cuarto presidente de los EEUU frecuento durante su infancia y juventud en esta ciudad.

Un museo: El de Isabella Gardner. Ubicado en la mansión renacentista Fenway Court, alberga una colección de más de 2.500 obras de arte europeo, asiático y americano.

Una muestra de arte urbano: “El gigante de Boston”, un grafiti de Os Gemeos no exento de polémica, adorna Dewey Square. De 21 por 21 metros, es imposible no detener la vista sobre este mural, un inmenso ejercicio de color.

Un espectáculo natural: Tendrías que esperar al otoño para disfrutar del mayor espectáculo visual de Boston, el que concede los arboles con el cambio de estación, una fiesta cromática que puedes admirar a través de las decenas de rutas diseñadas con tal propósito.

Un partido: De los Red Sox, sin duda, béisbol en estado puro.

Un edificio: Fundada en 1848, la primera biblioteca pública de los Estados Unidos es además la tercera más grande del país, después de la biblioteca del Congreso y de la que alberga la Universidad de Harvard. Contiene más de 15 millones de libros.

Una universidad: Los exteriores de la que quizás sea la mejor universidad del mundo, al menos la de mayor prestigio y fama internacional, brinda a sus estudiantes y visitantes un animado ambiente, así que, además de ver sus instalaciones, uno puede ir al campus de Harvard para pasar un buen rato.

Un plato: No hay duda, uno no puede viajar a Boston sin degustar un buen plato de marisco rebozado y, por supuesto, de langosta.